Cordoba La Sultana

Visita Córdoba

Córdoba es una ciudad con un ingente legado cultural y monumental. Su situación estratégica, cercana al río Guadalquivir, antaño navegable, y la herencia de los distintos pueblos asentados en sus ricas tierras, la han convertido en un lugar privilegiado.
Cordoba limita con las provincias de Málaga, Sevilla, Badajoz, Ciudad Real, Jaén, y Granada. 
La mayoria de visitantes que llegan a Córdoba lo hacen por medio de carretera, ya que su aeropuerto es poco transitado y dispone de pocos vuelos.

La UNESCO reconoció en 1994 la importancia universal de los bienes históricos cordobeses, ampliando el título de Patrimonio de la Humanidad no sólo a la Mezquita - Catedral, sino también a todo el conjunto urbano que la rodea.

La Mezquita de Córdoba



En el siglo VIII, tuvo lugar un hecho que cambiará la Historia de todo el mundo occidental y que tiene como escenario nuestra ciudad. Un contingente de tropas árabes desembarca en las costas mediterráneas. Fácilmente se hacen con el poder del debilitado reino visigodo. Córdoba es tomada por Mugit, lugarteniente de Tariq, dándose desde este momento la convivencia de los pueblos cristianos y musulmanes. Muestra de ello es el traslado de la primitiva musalla (plataforma para la oración extramuros de la ciudad) hasta la basílica de San Vicente, lo que constituyó el germen de la actual Mezquita aljama, previo pago por la compra de parte de la basílica.

Los primeros gobernadores de la Qurtuba islámica ya la constituyeron como centro administrativo de las tierras conquistadas. Sin embargo, el carácter tribal de los pueblos árabes y beréberes no tardó en acarrear disputas entre las distintas facciones que aspiraban al poder

En el año 756 se produce la toma de Córdoba y la proclamación de la misma como capital del emirato independiente de Al-Andalus. Abd al-Rahman I realizó la primera gran ampliación de la Mezquita Aljama de Córdoba y reconstruyó las murallas y el Alcázar.
Pero será con Abd al-Rahman III cuando Córdoba cobre un total protagonismo. En el año 929 es proclamada capital del califato independiente de Damasco, siendo sede religiosa, política y administrativa de todo el reino islámico occidental. Bajo el mandato del primer califa se levanta Medina Azahara, efímera ciudad extramuros de la medina, fuente de inagotables leyendas debido, en parte, a los ricos materiales empleados en su construcción.

Caballerizas Reales



Será a mediados del siglo xx cuando Córdoba recupere parte del esplendor e importancia perdidos en el pasado. El crecimiento de la población y la economía, así como la creación de la Universidad, enriquecen artística y culturalmente la ciudad. Se proyectan nuevos edificios y la Córdoba cosmopolita se siente preparada para convivir con su patrimonio histórico, siendo la proclamación de parte de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, uno de los mayores orgullos de todos los ciudadanos, concienciados en la conservación y difusión de nuestra Historia.

Puente Romano desde el Campo de la Verdad



En tu visita a Córdoba no debes dejar de visitar la Mezquita, el Alcálzar de los Reyes Cristianos, La Sinagoga, Las Caballerizas Reales, Medina Azahara, El Puente Romano, el Hospital de Cardenal Salazar, Los Mausoleos Romanos, La Torre de La Calahorra, entre otros muchos monumentos.

Gastronomia

La gastronomía cordobesa actual es el resultado de una larga tradición que se deja notar en la variedad de sus platos, en la gran cantidad de restaurantes, tabernas y bares que pueblan la ciudad y en el prestigio de su cocina en el ámbito nacional.

Los diferentes pueblos y civilizaciones que pasaron por Córdoba también dejaron su sello en la gastronomía. Los romanos introdujeron el uso del aceite de oliva, por el que se profesa auténtica devoción en esta tierra, y asentaron las bases de lo que se conoce como cocina mediterránea.

El Rabo de Toro Cordobés



La influencia árabe, por su parte, se aprecia en el uso de los frutos secos, el gusto por la verdura, en las mezclas de sabores agridulces y en la repostería. En el caso de los dulces y postres influyeron también las costumbres culinarias de los judíos.

A los cristianos se debe sobre todo el empleo de la carne y la conservación de las mejores tradiciones culinarias de los pueblos anteriores a su dominación.

Por tanto, conocer Córdoba va unido inseparablemente con la degustación y disfrute de su gastronomía y con vivir la cultura del buen comer y el buen beber de sus ciudadanos.

Los grandes platos de la cocina Cordobesa son:

el Salmorejo
Hecho a base de tomate, pan y aceite de oliva, el salmorejo es una crema fría y cremosa que se ofrece como entrante en todos los bares, tabernas y restaurantes cordobeses. Es quizá la tapa más típica de la ciudad y su preparación es muy sencilla: Se parten unos 300 gramos de pan y se maceran en aceite de oliva virgen extra. A esta mezcla se le añade 1 diente de ajo, sal y 1 kilo de tomates rojos previamente pelados; A continuación se tritura todo. La masa resultante se cuela y se sirve acompañada de trocitos de jamón y huevo duro.

Boquerones en Vinagre
Los Boquerones en Vinagre suponen otra tapa obligada en Córdoba, donde el consumo de pescado también es protagonista. La preparación de este plato requiere más de un día, puesto que los boquerones se dejan en vinagre para que tomen su sabor. Por lo demás, no tiene apenas dificultad: Consiste en limpiar y quitarle la espina a 1/2 kilo de boquerones, lavándolos tres veces escurriendo el agua hasta que quede clara. Se colocan en una fuente con agua y se añade un buen puñado de sal durante 25 minutos. Más tarde, los volvemos a enjuagar, escurrimos el agua y les añadimos vinagre de vino hasta que los cubra. Dejarlos 24 horas en el vinagre y posteriormente, escurrirlos de nuevo y colocarlos en una fuente agregándole perejil, ajos crudos picados y una cebolla en juliana. Se aconseja rociar los boquerones con un poco de aceite de oliva virgen extra.

Rabo de Toro
Este es uno de los platos que dan fama a la gastronomía de Córdoba, ciudad de gran tradición torera. Se sirve como segundo plato y acompañado generalmente de patatas fritas. Para preparar Rabo de Toro se fríen primeramente dos cebollas picadas en aceite de oliva virgen extra. Una vez hecho esto, se añaden dos rabos de toro limpios y troceados junto con tres tomates, tres pimientos verdes, cuatro zanahorias y tres cabezas de ajo (todo también picado). Agregar también un poco de pimentón, azafrán en hebra, pimienta en grano y sal. Rehogamos durante veinte minutos al fuego sin tapar y seguidamente añadimos medio litro de vino blanco Montilla-Moriles, para dejarlo cocer a fuego lento sin destapar hasta que la carne esté tierna. Se aconseja no servir este plato recién guisado, debiendo reposar durante dos horas como mínimo.

Flamenquín de Jamón Serrano
Otro plato imprescindible de la cultura gastronómica cordobesa es el Flamenquín de Jamón Serrano. Su preparación es también bastante sencilla: En unos filetes de lomo de cerdo cortados muy finos, los cuales aplastamos bien para que queden muy delgados, colocamos tiras de jamón serrano no muy curado y los enrollamos. Pasamos cada rollo por harina, huevo batido con sal y pan rallado y los freímos en abundante aceite de oliva. Se sirven normalmente acompañados de mayonesa casera y patatas fritas.

Pastel Cordobés
Es en la elaboración de dulces y pasteles donde la influencia árabe es más evidente. Dulces tan típicos como los Alfajores, los Pestiños o el Pastel Cordobés, hunden sus raíces en las recetas de la antigua cocina andalusí. El Paste Cordobés es el postre más característico de esta ciudad y consiste en una masa de hojaldre rellena de cidra confitada llamada "cabello de ángel". La superficie del pastel está cubierta con trozos de almendras tostadas y espolvoreada con polvo de azúcar y canela. Hay pasteleros que además le introducen pequeños trozos de jamón ibérico de la tierra.

Por sus características geográficas, la cocina cordobesa se nutre tanto de productos de la Sierra como de la Campiña. De la Sierra llegan los derivados de la caza mayor y menor y de la ganadería. De la Campiña y del Valle del Guadalquivir provienen el aceite de oliva, las verduras y el vino Montilla-Moriles, elementos fundamentales en la cocina local. También llega a Córdoba pescado fresco del Mediterráneo y del Atlántico, que satisface la conocida predilección del cordobés por el pescado frito.

EL ACEITE DE OLIVA
En el sureste de la provincia, entre la Campiña y la Sierra Subbética, se produce el aceite de oliva de las Denominaciones de Origen Baena (cuyo aceite virgen es famoso por su frescura y su aroma afrutado) y Priego de Córdoba (donde se elabora un aceite dorado, de sabor dulce y denso) . Ambas denominaciones dan título a dos comarcas aceiteras cuyas producciones están actualmente amparadas y protegidas, y consideradas como productoras de unos de los mejores aceites del Mundo.

En todos los casos se trata de aceite de oliva "Virgen Extra" (categoría máxima), lo que significa que después de su maduración en bodega no pasa de 0,4 º de acidez (porcentaje de ácido oleico) en los aceites de tipo A y de 1º en los de tipo B.

El aceite de oliva es ingrediente fundamental en la mayoría de los platos típicos cordobeses.

LOS VINOS Y LICORES
Al sur de la provincia de Córdoba, en la Campiña, surgen los prestigiosos vinos de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Los distintos tipos son el Fino, el Amontillado, el Oloroso, el Cream, el Pedro Ximénez, el Blanco Joven y los ecológicos, siendo la variedad predominante el blanco Pedro Ximénez que ocupa más del 80% de la superficie dedicada al cultivo de la vid. Estos vinos son criados en botas o toneles de roble americano, mediante el sistema de criaderas o soleras y bajo el llamado "velo de flor", una densa capa de levadura que flota en la superficie de la bota y que es la que le da este toque propio de los vinos Montilla-Moriles.

Entre los licores destacan especialmente los anisados, dulces o secos de Rute, pueblo de la Subbética cordobesa que se ha dedicado a la destilación de este licor desde el siglo XVII.

CARNES Y EMBUTIDOS
El norte de la provincia, concretamente la zona conocida como Valle de los Pedroches, proporciona a la gastronomía local excelente ganado vacuno, cordero de gran calidad y cerdos, criados en el campo con dieta de bellota, de los que se obtiene un jamón de excelente calidad.

Aparte de los embutidos como el jamón que cuenta con la Denominación de Origen Valle de los Pedroches, el chorizo o la morcilla, con estas carnes se elaboran platos típicos como el rabo de toro, el flamenquín o el cochifrito. En Córdoba también abundan los cotos de caza mayor y menor, por lo que en las tabernas, bares y restaurantes locales es posible encontrar carnes poco habituales como la de venado, jabalí, muflón, corzo, conejo, perdiz u otras.

Artesania

Es Córdoba una ciudad cómoda para ir de compras, desde las tiendas de artesanía en cuero, plata o cerámica y restaurantes de prestigio mundial del casco histórico, tardará no más de cinco minutos en llegar a las del centro.
Moda, piel, joyería, zapatos, viajes, a su alcance en un paseo.

EL CUERO
El cuero es la materia prima de los Cordobanes y los guadamecíes, cueros repujados, modelados y policromados con diseños clásicos y actuales. En la actualidad sólo algunos talleres familiares conservan esta gran tradición.

Arte en Cuero Cordobés



LA ORFEBRERIA
El trabajo en oro y plata son uno de los principales recursos económicos de la ciudad. Destacan la filigrana cordobesa, que consiste en soldar hilos de oro o plata a una estructura metálica conformando una figura.

LA JOYERIA
Una gran cantidad de joyerías exhiben en sus escaparates piezas de diseños exclusivos, clásicos y vanguardistas. El diseño de piezas de oro y la plata son internacionalmente conocidos, siendo Córdoba uno de los principales centros de producción.

LA CERÁMICA
De gran tradición en toda la zona norte de la provincia y elaborados con arcillas de gran calidad, tras ser horneados, son decorados con diseños y motivos alegóricos a la Córdoba musulmana.